Para entender lo que el
término inclusión significa y de que forma la educación ayuda a la inclusión social,
deberíamos empezar por definir la acción de incluir. La misma supone contener o
englobar a algo o alguien dentro de otra cosa, espacio o circunstancia
específica. Incluir entonces es sumar algo a otra cosa ya existente. Así, el
término inclusión hace referencia al acto de incluir y contener a algo o
alguien. Usualmente, este concepto se utiliza en relación con situaciones o
circunstancias sociales en las cuales se incluyen o se deja afuera de ciertos
beneficios sociales a grupos sociales específicos.
La inclusión, entendida
desde un punto de vista social, tiene que ver con el trabajo que diferentes
personas realizan a diario para asegurar que grandes sectores de la sociedad no
queden por fuera de esta y entren entonces en una espiral de violencia,
delincuencia y paupérrimas condiciones de vida. La inclusión social significa
integrar a la vida comunitaria a todos los miembros de la sociedad,
independientemente de su origen, de su actividad, de su condición socio-económica
o de su pensamiento. Normalmente, la inclusión social se relaciona con los
sectores más humildes, pero también puede tener que ver con minorías discriminadas
y dejadas de lado. Es importante señalar que la inclusión es un proceso que
nunca está acabado del todo, ya que constantemente pueden aparecer diferentes
barreras que excluyen o discriminan a los alumnos y alumnas, o, que limitan su
aprendizaje y su pleno desarrollo como personas. La educación es una de las
esferas esenciales en la que se desenvuelven el proyecto democratizador
inclusivo planteado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(1999).
La educación inclusiva
aspira a hacer efectivo para todas las personas el derecho a una educación de
calidad, que es la base de una sociedad más justa e igualitaria. La educación
es un bien común específicamente humano que surge de la necesidad de
desarrollarse como tal, por ello todas las personas sin excepción tienen
derecho a ella.
El derecho a la educación va mucho más allá del acceso, aunque es un primer paso, ya que exige que ésta sea de calidad y logre que todas las personas desarrollen al máximo sus múltiples talentos y capacidades.
El derecho a la educación va mucho más allá del acceso, aunque es un primer paso, ya que exige que ésta sea de calidad y logre que todas las personas desarrollen al máximo sus múltiples talentos y capacidades.
La enorme importancia de
la educación también radica en que nos abre las puertas para aprovechar
otros beneficios que ofrece la sociedad y hace posible el ejercicio de otros
derechos y de la ciudadanía, lo cual es el fundamento de una sociedad más
democrática.
Un aspecto clave de la inclusión es conseguir la plena participación de todas las personas en las diferentes esferas de la vida humana. Actualmente, existe cierto consenso respecto a que la exclusión va más allá de la pobreza, ya que tiene que ver con la dificultad de desarrollarse como persona, la falta de un proyecto de vida, la ausencia de participación en la sociedad y de acceso a sistemas de protección y de bienestar.
Un aspecto clave de la inclusión es conseguir la plena participación de todas las personas en las diferentes esferas de la vida humana. Actualmente, existe cierto consenso respecto a que la exclusión va más allá de la pobreza, ya que tiene que ver con la dificultad de desarrollarse como persona, la falta de un proyecto de vida, la ausencia de participación en la sociedad y de acceso a sistemas de protección y de bienestar.
Una mayor inclusión social
pasa necesariamente, aunque no únicamente, por asegurar la plena participación
en la educación, para lo cual los niños y niñas no deben ser objeto de ningún
tipo de discriminación por razones de origen social, étnico, religioso u otros.
Todas las personas tienen más posibilidades de desarrollarse como tales, si
tienen la oportunidad de participar junto con los otros en las distintas actividades
de la vida humana. La humanidad es una forma de relación simbólica, y los seres
simbólicos estamos destinados a desarrollar nuestras posibilidades en relación
con los otros.
En el ámbito educativo la
participación tiene varios significados. En primer lugar, alude a la necesidad
de que todos los alumnos y alumnas, sea cual sea su condición, se eduquen
juntos en la escuela de su comunidad, y participen lo máximo posible en las
actividades educativas. Desde el punto de vista de la participación, la escolarización
en escuelas o grupos especiales, con carácter permanente, debería ser una
excepción, y habría que asegurar que el currículo y la enseñanza que se ofrezca
equivalga lo más posible a los que se imparten en las escuelas para todos.
Uno de los factores que
genera desigualdad en los sistemas educativos de América Latina es la
segregación social y cultural de las escuelas, que reproduce la fragmentación
presente en las sociedades y limita el encuentro entre distintos grupos. Una de
las señas de identidad de la educación inclusiva es precisamente el acceso a
escuelas más plurales que son el fundamento de una sociedad democrática.
La escuela tiene un papel
fundamental en evitar que las diferencias de origen de los alumnos se
conviertan en desigualdades educativas, y por esa vía de nuevo en desigualdades
sociales. Hoy en día la escuela no es ni mucho menos el único espacio para
acceder al conocimiento, pero todavía es la única instancia que puede asegurar
una distribución equitativa del mismo si se dan ciertas condiciones.
Avanzar hacia una mayor
equidad en educación sólo será posible si se asegura el principio de igualdad
de oportunidades; dando más a quién más lo necesita y proporcionando a cada
quien lo que requiere, en función de sus características y necesidades
individuales, para estar en igualdad de condiciones de aprovechar las
oportunidades educativas. No es suficiente ofrecer oportunidades educativas hay
que crear las condiciones para que todos y todas puedan aprovecharlas.
La educación inclusiva también
puede ser una vía esencial para superar la exclusión social que resulta de
ciertas actitudes y respuestas ante las diferencias socioeconómicas,
culturales, o de género, por nombrar algunas de ellas, y que lamentablemente
muchas veces se reproducen al interior de las escuelas.
El progresivo avance de la
inclusión hará que los límites entre la "educación común" y la
"educación especial" sean cada vez menos nítidos y precisos y que el
rol de las escuelas especiales cambie substancialmente. La tendencia mundial es
que estas escuelas se conviertan en centros de recursos a la comunidad y a las
escuelas comunes y que tan sólo escolaricen alumnos gravemente afectados.
La educación
es un mecanismo indispensable para la inclusión social, es a través de él que
los jóvenes pueden formarse y tener la posibilidad de insertarse en la sociedad
a través de un empleo o profesión, es por eso que la educación debe ser libre y
gratuita para que todos los sectores sociales puedan acceder a ella. Un niño
que no tiene la posibilidad de educarse es un niño excluido de la sociedad,
marginado y eso es una injusticia. Por supuesto que ahí no acaban los
problemas, la educación además de libre y gratuita debe tener el mismo nivel de
excelencia que la privada, porque si no estamos nuevamente frente a una falta
de equidad en cuanto a las oportunidades que tienen los niveles altos de la
sociedad y los pobres. Educarse es un DERECHO que toda persona debe tener y es
un DEBER del estado proporcionar los medios para que este derecho pueda hacerse
efectivo.
Muchas veces el problema
de niños en la escuela, el famoso fracaso escolar, se debe a un fracaso tanto
de la escuela y de la familia, ese fracaso se deduce en muchas ocasiones en que
no pueden acceder a los mecanismos necesarios para llevar una vida digna
(desempleo, viviendas precarias etc.).Es necesario reeducar a esta gente, y una
de las mejores armas con las que contamos es la educación, ya que a través de
la educación podemos cambiar a las personas, asesorarles y mostrarle posibles
salidas a su situación.
Todo país debe poner lo
máximo de interés en la educación, dé su pueblo, con ella se alcanza todo lo
que aspira un ser humano, su libertad en todo sentido y sin ella se hunde en la
ignorancia, y le impide su progreso para sí y para su familia. el saber no
ocupa lugar. así que no dejéis de aprender nunca.
Actualmente el Gobierno
Bolivariano Socialista de Venezuela que se encontraba encabezado por el
Ex-presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frias,
creó una serie de misiones tales como la Misión
Robinson, la Misión Ribas y la Misión Sucre. La Misión Robinson (el
nombre Robinson viene por el seudónimo que utilizó el escritor Simón Rodríguez)
es un programa social del gobierno nacional venezolano de Hugo Chávez, para
enseñar a leer y escribir a la población analfabeta venezolana, con materiales
de educación distintos a lo habitual y elaborados en Cuba, denominados
"Yo, sí puedo". Entre los equipos destacan libros, útiles escolares,
diapositivas, anteojos para gente con problemas de la visión, que son regalados
a los beneficiados. El programa se divide en distintos niveles, según los conocimientos
del instruido. La meta es acabar con el analfabetismo en el país, y a partir de
Misión Robinson se han hecho otros programas de instrucción masiva para la
población, como: Misión Ribas y Misión Sucre. Según una encuesta de Datanálisis
el 72,2% de la población apoyaba las misiones de educación.
Entre los logros de la
misión están la reducción drástica del número de analfabetas, es decir la gente
que no puede leer o escribir total o parcialmente, la misión ha sido mucho más
eficaz que los programas similares realizados durante gobiernos anteriores,
hecho que se demostró a finales de 2005 en un acto público con representación
de funcionarios de la UNESCO, en el cual se declaró al país "libre de
analfabetismo". UNESCO estipula un mínimo de 95% de alfabetizados para
recibir este título, meta cumplida por Venezuela.
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